Un cuadro de Nueva York donde tenemos una superposición de fotografías en blanco y negro de alguno de los lugares más icónicos de New York, como son la Estatua de la Libertad, la cúpula del Chrysler Building y el puente de Brooklyn iluminado de noche. Como muchos de los cuadros de Nueva York, refleja la fuerza de la imagen que se nos hace cotidiana y cercana, aunque nunca hayamos estado, y que, para muchos es un anhelo de viaje.